Desde los años sesenta en Monterrey se escucha y se baila la cumbia. Si bien en la Ciudad de México los sonideros también tocaban esa música importada desde Colombia, en ninguna otra ciudad del país la tomaron con tanta pasión y la hicieron tan propia. Existen varias teorías de cómo esta ciudad, a miles de kilómetros de Valledupar, se convirtió en un bastión de la cumbia colombiana, pero la más aceptada, es que los sonideros locales empezaron a traer discos del DF y de Houston para sus fiestas, en particular en las colonias populares de la Campana y la Independencia.
Después de un par de décadas, la cumbia en Monterrey evolucionó y encontró su propia identidad. Además de sonideros, surgieron bandas, primero tocando canciones clásicas, y más tarde, originales, siendo Celso Piña el más famoso representante de este movimiento. Al mismo tiempo, los colombianos regios que escuchan esta música desarrollaron su propio estilo, su propia moda, una forma muy particular de vestirse, de peinarse y de bailar, algo que no es ni colombiano ni norteño.
En compañía de Satanás, quien desde su colonia, la Monterreal, y desde su muro de Facebook promueve conciertos de bandas locales y publica fotos de las fiestas a las que va, salimos a bailar a la Fe Music Hall, donde vimos a los Cumbiamberos RS en un mano a mano con otras bandas locales, fuimos a una fiesta de barrio en la colonia Amilpa, en la Independencia visitamos a Rafael Dueñes (uno de los primeros sonideros regios, quien por un error técnico, terminó inventando las cumbias rebajadas), y platicamos con Toy Selectah, quien después de Control Machete, ha innovado, mezclado, remezclado y reinventado la cumbia, para, como dice Celso Piña, "llevar la cumbia de Colombia a Monterrey, y de Monterrey para todo el mundo".
La cumbia ha cambiado, la escena local se ha reducido en años recientes por la violencia que afectó la ciudad, y el ejército y la policía le cortó sus patillas a muchos colombias, pero aún así, la fiesta sigue, y la banda baila y baila en círculos al ritmo de la guaracha.
Si entras a YouTube y pones en el buscador "Bailando rock urbano" encontrarás un sinfín de videos de gente de toda la república y parte de Estados Unidos mostrando sus mejores pasos de Rock 'n' Roll ante la cámara. Uno de estos videos tenía una leyenda que decía "Bailando rock urbano con la inmejorable música de El Hijo del Rey". Así es como llegamos a esta historia.
Los sonideros de rock urbano han existido en México desde principios de los ochenta. Nacieron en Neza y poco a poco se fueron expandiendo hacia toda la zona conurbada del Distrito Federal. Sonideros como Sensación del Abuelito del Rock han amenizado tardeadas y noches llenas de mezclilla rota y matas largas, con una muy singular manera de presentar las canciones en donde éstas son interrumpidas constantemente por el DJ para mandar saludos, prender a la banda y dar una que otra mentada a los que no le entran al baile.
Durante la última década las fiestas en las calles y antros bajaron a causa de la violencia en el país, pero poco a poco, una nueva oleada de DJs, algunos conformados por hijos y nietos de los primeros sonideros de Neza y Valle de Chalco intentan regresarle al Rock 'n' Roll su lugar como rey de todos los géneros musicales.
Para conocer esta escena de sonideros de rock en México visitamos a Sonido Jagger y al Sonido Hijo del Rey en sus casas y más tarde a una fiesta en el Black Night, en Chalco, antro donde el Hijo del Rey toca cada viernes para cientos de rebeldes que se niegan a pensar que el rock está muerto. By INDIO.com.mx